Nuestro primer 3000 Pirenaico

Tuc de Mulleres, 3010 M.
La semana del día 25 de Julio estábamos de vacaiones por la comarca de Val de Boí, y tras hablarlo unas cuantas veces, decidimos subir algún tresmil por allí.
Después de pensar en los Besiberris, el Comaloforno, el Comalesbienes, o el Mulleres, nos decidimos por éste último.
Ante nuestro desconocimiento de los recorridos para subirlo, decidimos hacerlo desde el punto que nos quedaba más cerca, la boca sur del tunel de Vielha. Llevábamos mapa, y nos indicaba que ése era el más corto.
Sin más voy a comenzar con el relato de la ruta:

"Pasando lista a las 7:53 de la mañana"

A esa hora salimos del parking que hay al lado del refugio.

Aquí, Raquel estaba impaciente por comenzar. Tan impaciente estaba, que hice la foto deprisa y corriendo, y así me salió. Tendría que haberla mirado y repetido, pero...
Es una pena, pero no se puede apreciar la cima que íbamos a hacer ese día, la cual se vé perfectamente desde ahí.


Al poco rato comenzamos a caminar por un bosquecillo muy chulo que hacía una sombra preciosa...

.. el cual ocultaba a la vista esta cascada del rio Mulleres, una bonita cascada a la cual la foto no hace justicia.

Tras remontar la cascada por el camino perfectamente marcado que queda a su derecha, salimos del bosque a una explanada en la cual el sol empezó a apretar, y eso que llevábamos menos de media hora caminando. El día iba a ser caluroso. El rio ahora se remansaba un poco en unos meandros.

Pero al poco rato aparecía otra cascada a remontar, otra vez por la derecha del río, por donde iba a discurrir gran parte de la ruta. En esta ocasión había que hacer una pequeña trepadilla de unos pocos metros.

Esta era la parte cómoda del camino, pues íbamos remontando el río sin grandes desniveles, el camino alternaba zonas de piedra con tierra, y no se hacía pesado para nada.

Una marmota salió a saludarnos mientras pasábamos por cerca de su guarida.

A partir de éste momento, en el cual volvíamos a ver la boca del tunel, el camino se volvió un poco más empinado hasta llegar al refugio.

Al llegar al refugio el camino se suaviza un poco.

Llevábamos algo más de 2 horas y média, con lo cual decidimos aprovechar las inmediaciones para hacer una pausa , descansar y tomar algo.

Poco después de "repostar" continuamos el camino, al principio suave aunque incómodo por alternar pedregueras de grandes bloques con cómodas repisas de hierba. A mi espalda, la cima.

Una foto a 3 de los 4 lagos..

... y otra al cuarto lago, con hielos flotando. La cima al fondo.

El camino en esta zona se vuelve otra vez bastante empinado hasta el final del trayecto. Casi al final, hay que superar un nevero que resulta sencillo por estar bastante pisado.

Un vistazo atrás después de haber superado el nevero.

Aqui guardamos las cámaras pues había una trepada, que aunque era sencilla, había que usar las manos. Era de unos 15 metros más o menos, y nos dejaba en un collado que estaba a unos 50 metros por debajo de la cima. Las vistas al llegar a dicho collado................

Y un poco más a la izquierda aparece...

Si!!! Es el Aneto!!!

Como se suele decir "no foto, no cima", aquí está la foto.
CIMA CIMA CIMAAAAAA!!!!


Alguien nos comentó que si habíamos abierto la botella de champán en nuestra primera cima de un 3000, que era la tradición. (ese alguien también nos dijo que a él se lo dijeron a posteriori)
Como en Sierra Nevada no lo sabíamos, lo desconocíamos, lo hicimos en ésta, nuestro primer 3000 pirenaico.


Tras la subida, tocaba reponer fuerzas con nuestra barrita energética.


Y tras la comida, unas fotos alrededor.
Primero, al valle Mulleres, por donde hemos subido. ¿veis allá abajo, 1405 metros más abajo el coche?


Al otro lado, Raquel con su cámara, y el Aneto a su espalda.

Una panorámica al sur:

Y otra al este-norte-oeste:

Tras alucinar un rato, decidimos bajar, pues el camino hasta el coche era largo. Las fotos de la bajada son más escasas, ya que el recorrido es el mismo.

Una vista atrás después de pasar el nevero, por donde bajaba un nutrido grupo.


Una foto más detallada al lago superior de los cuatro, el cual tenía témpanos flotando.

En esta foto podemos apreciar a las Mulleres, poco antes de llegar al refugio.

A la subida, no pude hacer la foto a la trepada de la segunda cascada, pero en esta ocasión, sí que la pude hacer, con Raquel casi en lo alto.

Y llegamos abajo. Foto finish, con mis dos Mulleres y yo en la foto.


Y esto fué todo.
Una subida de 1405 metros, con su bajada de 1405 metros.
Unas doce horas de ruta con paradas.
Un día inolvidable, para recordar.

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