Carros de Foc, Parque Nacional de Aigüestortes, Lleida.

Carros de Foc, Parque Nacional de Aigüestortes, Lleida.

Llegó la Gran Aventura.

Depués de años viendola, planeándola, pensándola, este año por fín encontré alguien que me quiso acompañar en esta Gran Aventura, la que llevaba tiempo deseando realizar.

Un proyecto de un montón de horas visualizando mapas, fotos, rutas, alternativas, refugios, comentarios en páginas, reportajes en blogs y demás, un trabajo de documentación y analisis exhaustivo me llevó a decidirme a hacer esta ruta tan fantástica.

Tras estar a punto de realizarla en dos ocasiones con diferentes pesonas y que por motivos muy diversos no pude realizar, por fin este año 2012 se hizo realidad. 

No voy a poner datos del recorrido ni mapas, ya que todo eso se puede encontrar en internet fácilmente, tan sólo voy a contar mni experiencia.

Alvaro, gracias por acompañarme en esta aventura. Espero volver a caminar a tu lado muchas veces.

Salimos de Madrid el domingo 19 de Agosto  para dormir en Val d´Arán en un camping y empezar nuestra ruta el lunes 20.

Decidimos empezar por Restanca, y tras recoger en Vielha el forfait, nos desplazamos hasta Val de Arties, donde dejamos el coche.

Los nervios se veían en nuestras caras en esta primera foto que nos hicimos nada más salir del coche y ponernos las mochilas. Que ganas!!!  

Subimos por el valle recorriendo primero la pista y luego el camino para llegar hasta Era Restanca, donde está el refugio de Restanca, el primero de los refugios por los que pasaríamos, aunque en esta ocasión solo fuera de paso, sólo para sellar.

Dejando atrás el camino del valle, por el cual volveríamos el domingo. Aún estábamos tan emocionados que no nos dábamos cuenta de donde nos habíamos metido.

 Alvaro en la entrada del Refugio Dera Restanca.

 Sellamos y continuamos camino adelante, subiendo hacia el Coll de Crestada.

 Dejamos atrás el refguio, una preciosa vistas de Era Restanca.

 Estanh deth Cap de Port y al fondo del Coll de Crestada.

 El mismo Estanh visto desde el otro lado.

 Llegamos al Coll de Crestada.

Y cruzamos al otro lado.

Para mi, cruzar este collado fue como entrar en un mundo nuevo, apartado de todo, donde sólo existía la aventura y diversión, algo nuevo.

Estany de Monges, desde Coll de Crestada. Hacia esa zona nos dirigíamos para encontrar nuestro refugio de esa noche.

Pic de Travessani al fondo. Alvaro en el camino que nos lleva a nuestro refugio.

 Las Zamburguesas de Humol Amalillo!!

Continuamos camino pasando entre Estanhs y por caminos de montaña hasta llegar al primero de los refugios de montaña que nos acogerían durante el recorrido.
Refugio Joan Ventosa i Clavell

Allí pasamos la primera tarde y noche realmente empaapdos del ambiente y el lugar. Mientras Alvaro descansaba yo me dediqué a deambular por los alrededores haciendo fotos.
Al día siguiente continuamos nuestro camino en busca de más montaña, aventura y diversión.
Ese día superaríamos el Coll de Contraix, uno de los más duros del recorrido Se vé al fondo de esta foto, en el centro del macizo.

El Estany Gran de Colieto.

 Un vistazo hacia atrás al camino que ibamos recorriendo, ¿que tal vas, Alvaro?

 Seguimos subiendo por la pedrera, ¡que zona más cansina, por favor!

 Pero como todo camino lleva a algún lado, este nos llevó hasta el Coll de Contraix, la cima del día. Un vistazo atrás a la subida.

 Comenszamos la bajada, también por pedreguera. Que ganas de abandonarla teníamos los dos. Tras bajar el primer tramo llegamos al Estany de Contraix

 Avanzamos un poco más y observamos le tramo que nos queda por bajar hasta el siguiente refugio, una larga bajada.

 Esta bajada poco a poco se hace más entretenida gracias al paisaje cambiante, que pasa de roquedales a bosque de pino.

 Llegamos al segundo de nuestros refugios, el de Estany Llong

 Tras la cena, decidimos acercarnos a ver el Estanh que da nombre al refugio, a 5 minutos uno de otro.

Al día siguiente, el tercero, los días de la semana empezaron a dejar de tener sentido para mí, y simplemente empecé a sentir el camino y los momentos que en él estaba viviendo. Empecé de verdad a disfrutarlo de verdad.

 La rutina del camino todos los días era la misma, primero subir a un collado que nos separaba del siguiente refugio para luego bajar hasta él. Y en este día no iba a ser menos.
Dejamos Estanh Llong en el fonde del valle y subimos camino de Collada de Dellui.

 La zona de Planell de Sant Esperit, la entrada oeste al Parque Nacional de Aigüestores, por donde discurre Carros de Foc.
Esto me trajo recuerdos de mi pasado, la primera vez que estuve en ese valle, allá abajo, mas allá de esa curva.

Continuamos camino y aparecen los Estanyets de Dellui y al fondo el collado.

Llegamos a Collada de Dellui. La tranquilidad que se respira en estos parajes es excepcional.

 Tras cruzar el collado, comenzamos la bajada, con el reflejo del sol en el Estany Eixerola

Bajamos hasta él y siguiendo el camino pasamos por las presas que guardan el camino hasta el siguiente refugio, presa que guarda el Estany de Mariolo, a aespaldas de Alvaro.

Llegando ya muy cerca del refugio, a menos de media hora, se nota que la zona es más turística y que un teleférico sube gente hasta cerca, aunque aprovechamos un momento para hacernos una foto con el inmenso Estaby Tort, que como se puede ver es realmente enooooorme.

Dejamos este ibón atrás y continuamos hacia el refugioen el cual pasaríamos la tarde y la noche, el de Colomina, el cual ya conocía por fuera de una vez que pasé por aqui (Mas recuerdos)

 Las vistas desde este refugio hacia el valle son fantásticas. Pasamos una tarde de relax estilo chill out en la terraza del refugio que fue fantástica.

Mientras reposábamos en la terraza vigilábamos el camino, expectantes, por la gente que se acercaba. 4 chicas, amigas del camino, llegando al refúgio.

Como todas las tardes, me fui a dar un avuelta a explorar los alrededores y hacer fotos.
Una del refugio con un hito grande de verdad.

A la mañana siguiente (¿qué día es hoy? ¿el cuarto?) salimos rodeando el Estany de Colomina que da nombre al refugio (que se vé al fondo) para ir a buscar nuestro descanso de esa noche. Esta sería nuestra jornada más larga, por despdidas y varios motivos que nos llevaron a llegar al destino a aproximadamente a las 17:30 cuando normalmente estabamos llegando más o menos a la hora de comer, o poco más tarde.

Ese era el último día que tendríamos la compañia de las chicas y del "señor Contraix", así que fuimos tranquilamente por el camino. Subiendo las "escaleras" camino del Pas de L´Os.

Nuestro grupete de camino al Pas, en una parte de la subida. Una gran compañia, la verdad. ¡Empezamos solos Alvaro y yo y ya éramos 9 personas!

 Una vez superada la subida, las vistas al otro lado también son expectaculares.

Llegando al refugio J.M. Blanch se ven los Canal de La Font del Llop, una bella cordillera al fondo, y el Estany Negre de Peguera a nuestros pies.
¡Espectacular!

El refugio Josep Maria Blanch, a donde llegamos a las 11 de la mañana y estuvimos un buen rato despidiendonos de nuestros amigos, ya que ellos se quedabana allí. Nsotros solo sellamos y continuamos camino.

Tras la dolorosa despedida rodeamos el Estany Tort de Peguera con la intención de recuperar el camino a nuestro siguiente refugio más arriba, siguiendo las indicaciones del refugiero.

Sin embargo, nos despistamos siguiendo el camino alternativo y poco a poco fuimos llegando al Pic de Monesteró, al cual no teníamos que subir pero poco nos faltó para llega a su cima.
Para colmo, empezó a llover y el camino no estaba muy claro.
Nos juntamos con un par de hermanos y otro chico llegando a la zona del collado, pero nos costó varios intentos llegar al correcto. Pasamos un rato realmente malo.
Al final, explorando un poco, conseguimos llegar al Coll de Valleta Seca y empezar a bajar por el otro lado, siguiendo en todo momento el camino correcto, pero llamado "variante" en los mapas.
Bajamos por el Vallde Valleta Seca, que se vé aquí.

 Dejamos el Coll de Valleta Seca al fondo, con una bajada realmente complicada.

 Tarde, pero llegamos al refugio Ernest Mallafre, cansados por el largo día pero contentos.
Al dia siguiente arrancamos con otra etapa ¿cuantas van? qué más dá
Els Encantats, símbolo del Parque Nacional, que estaban al lado del refugio, pero que no se ven porque los tapa los arboles del entorno del refugio.

Estany de Sant Maurici, ¡precioso!
Es otra zona de bastante turismo, ya que hasta aquí (y más arriba) llegan los taxis 4x4 del parque.
Por suerte, como nosotros madrugamos, teníamos en estany para nosotros solos, que tranquilidad se podía respirar.

La cascada de Ratera. Las fotos no reflejan su grandez y belleza.
Un lugar fantástico y escondido.

Estany de Sant Maurici visto desde arriba, con Els Encantats a la derecha. Foto hecha desde el mirador. Otro de los lugares preciosos que se encuentran en este camino. Lo malo es que es un mirador muy visitado y turístico, lo cual le quita el encanto de la mágia que podía tener.

 Continuamos el camino y vemos la pista forestal por la que suben los taxis, mientras nosotros avanzamos por el camino "de las cabras"
Estany de la Bassa y Estany de Ratera con Els Encantats entre la bruma.

 Alvaro, almorzando algo en la puerta del refugio Amitges, en donde solo paramos a sellar. Al fondo las Agullas de Amitges, ¡realmente preciosas!

Hasta este refugio llegaban los taxis, y eso se notaba por la gente que había. por la zona. A la izquierda el Estany Gran D´Amitges y a la derecha el refugio.

Continuamos el camino, dejando atrás el refugio.
Estany dels Barbs, derecha y Estany de la Munyidera (izquierda)
El camino nos resultaba tremendamente cómodo debido a nuestro aclimatamiento y que nuestro cuerpo se había acostumbrado a la rutina diária después de varios días.

 Pasamos por el Port de Ratera d´Espot, donde está el Estany de Port de Ratera

 Y llegamos al Port de Ratera de Colomers, donde empezaríamos a bajar hacia el refugio donde íbamos a dormir esa noche, aunque era bastante pronto. Aquí esxitía un cruce de caminos importante, pero nosotros teníamos el camino bastante seguro y claro.

Aún así nos hicieron dudar por un segundo esta gran cantidad de señales del GR-11.
Por suerte lo teníamos bien estudiado y continuamos por el camino correcto, hacia la derecha de la imagen.

Al asomarnos al otro lado del collado, las vistas también son impresionantes hacia el crico de Saboredo.

Y llegamos a nuestro refugio de esa noche, donde está el mejor chef de todos sin duda, de comida ecológica y natiral. Fantastico.
Es además un refugio peculiar, de gente fantástica.

 Es el más pequeño de todo el recorrido, con solo 20 plazas, pero es el más encantador de todos.

 Cuando llegamos estaban en obras, construyendo un porche delante del refugio.
Pasamos toda la tarde observando sus curiosas tácticas de construcción.

Tras una suculenta cena salimos a ver el anochecer, con unos colores realmente preciosos. Fue el mejor anochecer y el mejor refugio de todos al menos en mi opinión. Al día siguiente nos quedaba la última etapa, para volver al refugio de Restanca, el inicial, en donde comenzó todo esto.

El amanecer del tulimo día del recorrido fue especial para mí. Sentía que esto llegaba a su final, pero tenía que disfrutar de esta etapa, que iba a ser dura y nos iba a llevar bastante tiempo.
El día amaneció casi despejado, pero nos regaló un mar de nubes precioso.
Esta es una de las grandes fotos que se pueden hacer cuando uno decide subir a "esas bellas damas que siempre nos estarán esperando, las montañas" como dice un amigo mio.

 Las nubes y el sol jugaban  durante esa mañana y nosotros empezamos el camino para ir hacia el refugio. En esta ocasión no podía dejar de mirar este fenómeno de la naturaleza.

 Llegamos al primer collado, el Coth deth Tuc Gran de Sendrosa.

 Yo también quería una foto. pero era difícil con el sol justo en la cara

Antes de llegar a nuestro último refugio teníamos que pasar a sellar por el Refugio de Colomers, el cual está al lado del Lac Major de Colomers.
Como los días estaban siendo reguleros, había poca gente por los alrededores, pero mejor para nosotros, así podíamos disfrutar mejor de la soledad y de estos bellos parajes.

Y tras superar el refugio, como no, hay que subir hacia un collado.
Dejamos atrás el Lac de Port de Caldes camino del Port de Ribereta.

Desde este collado pudimos ver una bella imagen (otra más) de estanys, montañas, naturaleza y tranquilidad, solo perturbada por un par de caminantes que buscan su refugio.
Estany de Port de Caldes. Bajar esta olla y subir al otro lado fue dur, ya que la subida al otro lado, al collado, fue corto pero extremadamente duro por su gran inclinación, ¡pedazo sudada de subida!

Y ya al otro lado, llegamos al Coll de Crestada, por donde pasamos el primer día y que esta vez recorreríamos en dirección contraria.
Sentíamos que esto se acababa.

 Bajamos de nuevo hacia el Estanh deth Cap de Port.

 Ya casi en la ribera del Estanh deth Cap de Port

Y en poco rato llegamos al Refugi dera Restanca, en donde nos pusieron el último sello.

Como todas las tardes salí a dar una vuelta por los alrededores y a disfrutar del ambiente en soledad, pero ese día las nubes bajaron y no me dejaron observar el cielo.
El refugio visto desde arriba.

Al día siguiente solo nos quedó bajar desde el refugio al coche, un pequeño paseo de bajada, pero un momento realmente intenso para ambos, pues una semana de emociones, aventuras, belleza, naturaleza y alegrías sin fin tocaba a su final.
Tras esos días algo cambió para mi. Ha sido una de las más grandes experiencias que he vidido, y he tenido la suerte de hacerla en compañia de una persona fantástica.
GRACIAS, ALVARO.

Ahora, tres meses dpués, mientras escribo esta entrada de mi blog y recuerdo aquellos momentos tan fantásticos que pasamos allí durante esos días se me vienen a la cabeza cientos de anécdotas vividas durante esa semana que pasamos en la montaña, pero todo eso se quedará en nuestra memoria y para nosotros. Es disfrute personasl de cada uno, y no las voy a poner.

Quien quiera vivirlo, mejor será que haga el recorrido. Esa persona encontrará sus propias anécdotas y vivencias, la mayoría totalmente distintas a las nuestras, pero serán esos, momentos, vivencias y anécdotas propias, no contadas por otros, unicas y especiales.

Merece la pena pasar unos días en Carros de Foc, olvidarse del mundo real y desconectar para pasear la mente por la naturaleza y todo lo que ella nos ofrece.